«Tratamos todos los temas», así respondió el ministro de Seguridad, Rolando Mirones, a los medios de comunicación que lo abordaron al salir de una reunión de tres horas a puerta cerrada con la procuradora General de la Nación, Kenia Porcell, quien el pasado 19 de julio denunció que la Policía Nacional estaba «desmantelando» las físcalías anticorrupción.
Mirones agregó: «Somos dos instituciones separadas, pero una es auxiliar de la otra, es decir, la Policía Nacional, a través de la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), es un auxiliar en todas las investigaciones, así que eso es lo que nosotros tenemos que fortalecer y va seguir siendo así porque eso lo manda la ley».
En su denuncia, Porcell informó que unos 20 agentes de la DIJ asignados a las fiscalías anticorrupción fueron removidos de sus funciones por el director de dicha entidad. Además, cuatro de los agentes fueron enviados de vacaciones y los 15 restantes sacados de la oficinas en las que laboraban y les bloquearon el acceso al trabajo sin explicación.
El titular de Seguridad indicó que «los movimientos son normales, el tema es que esos movimientos se den en coordinación y que no afecten investigaciones».
Otro de los temas abordados fue el servicio a la comunidad. Destacó que la atención a la ciudadanía cuando se violenta su vulnerabilidad con un robo, asalto y/o estafa, entre otros delitos, se buscará abrir una investigación en los primeros 20 o 30 minutos después del hecho,
Además, aseguró que se buscará que dicha investigación resulte en una condena. «Lo que está sucediendo es que se sabe quienes son los maleantes, los buscamos y la investigación no tiene suficiente fuerza para lograr la condena y después siguen personas del mal vivir en las calles», puntualizó.
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